Los hechos ocurrieron cuando los afectados, Giusepina Pirelli y su compañero Luigi Achilli, vecinos de Castellanza (Italia), circulaban con su coche y su caravana por la autopista A-7. A la altura del kilómetro 141, en Mollet del Vallès, fueron abordados por cuatro miembros de la «banda de los peruanos» que iban en un potente coche robado.
Los peruanos, según estas fuentes, hicieron parar al turista italiano con la falsa excusa de que tenía una avería, y para robarle le amenazaron con pegar fuego a su coche con una revista incendiada. Todo esto sucedió mientras la compañera de Achilli se encontraba en el interior de la caravana.
El asalto fue presenciado casualmente por un grupo de agentes de la Guardia Civil de paisano que se dirigía a hacer un examen para ingresar en los Mossos d´Esquadra y que salieron en persecución de los peruanos.
Esta situación hizo frenar bruscamente a dos camiones, pero un tercer tráiler que circulaba detrás tuvo que efectuar una brusca maniobra para evitar la colisión, con tan mala fortuna que chocó contra la caravana de los turistas italianos y la hizo volcar sobre Giusepina Pirelli, en el momento en el que ésta salía de la «roulotte». La mujer sufrió la fractura de las vértebras C-6 y C-7, a la altura del cuello, lo que le produjo, según el parte médico, una parálisis irreversible de las extremidades inferiores y superiores.
Pese a que el coche de los peruanos era robado, la compañía de seguros de este vehículo y la del camión que provocó el
accidente se pusieron de acuerdo e indemnizaron conjuntamente a la mujer con 122 millones.
COCHE ROBADO
El
abogado de la compañía de uno de los vehículos implicados en el suceso ha explicado que la aseguradora se hizo cargo de la
indemnización porque tiene una responsabilidad directa ya que, técnicamente, el coche procedía de un hurto al descuido (el conductor se dejó las llaves en el contacto en el momento de la sustracción) y no de un robo con violencia, en cuyo caso las
indemnizaciones hubieran corrido a cargo del Consorcio de Compensación de Seguros.
Por su parte, el proceso penal contra dos de los peruanos detenidos -los otros dos huyeron- se archivó al renunciar la víctima a las acciones penales y civiles, aunque la condena contra los delincuentes hubiera sido leve pues fueron acusados sólo de un intento de robo.
El letrado de la aseguradora del camión que provocó el accidente ya ha presentado una
reclamación por vía administrativa, previa a llevar al caso a los tribunales, contra la concesionaria de autopistas Acesa y contra el Estado, como propietario de la vía. El abogado basa su
reclamación en que el asalto de la «banda de los peruanos» que originó el accidente «no fue un hecho puntual ni excepcional», sino «un mal endémico y conocido, por lo que la concesionaria debe no sólo prestar una seguridad viaria sino una seguridad integral, y más tratándose de una autopista de peaje».
Según su
reclamación, un suceso de estas características, que puede incidir directamente en el tráfico de una vía rápida, «era previsible, y más si es como consecuencia de un hecho delictivo». En cuando al Estado, el
abogado le imputa un «anormal funcionamiento de los servicios públicos».
fuente:abc.es