Dos ginecólogos del Hospital Reina Sofía de Córdoba se sentaron ayer en el banquillo del Penal número 2 de Córdoba acusados de un caso de presunta
negligencia médica durante un parto, tras el que falleció un bebé a los 9 días y su madre quedó estéril tras una rotura de útero. El fiscal no ha encontrado, de momento, indicios de delito, por lo que ha solicitado el sobreseimiento del caso. Sin embargo, la acusación particular ha solicitado penas de 4 a 5 años para cada uno de los acusados por un delito de lesiones a la madre y a la niña (elevándose la pena en caso de homicidio), así como una
indemnización por los daños.
Los hechos se remontan a la madrugada del 3 de junio de 2002 cuando la demandante, una mujer de 32 años, vecina de Montemayor, ingresó en Urgencias del Hospital Universitario Reina Sofía por dolores de parto.
Entre las 8,45 y las 15,20 horas, la evolucíón del parto fue normal pero se había «estancado», ya que el bebé no asomaba la cabeza, lo que motivó que los médicos responsables le practicaran, según el testimonio de la propia paciente, «maniobras de presión abdominal (kristeller) prohíbidas», a fin de acelerar de forma artificial el descenso por el canal de parto.
Esta práctica, -negada por los médicos-, unido al uso de forcéps por parte de una residente de segundo año, pudo provocar, según declaró la demandante durante el acto del juicio que comenzó ayer, por un lado, una hipoxia grave con
lesión medular al feto, agravada porque el bebé quedó atrapado de hombros (distocia), así como la rotura del útero de la madre. Ésta no se detectó hasta que en reanimación, la mujer sufrió una bajada de tensión y pasó a ser operada de urgencia, practicándosele un vaciado del aparato reproductor, (histerectomía)que le dejó estéril.
En el jucio, el por entonces jefe del servicio de Ginecología declaró que en «la posterior sesión clínica no encontramos ningún elemento de actuación fuera de lo normal». Dato que también confirmó como testigo la matrona que actuó durante el parto, y dijo que «lo que se hizo fue lo normal y lo que se suele hacer en el 90 por ciento de los casos que se presentan con las mismas características», incluido el hecho de que sea un médico residente quien aplique los fórceps. Y la matrona añadió que «la situación se complicó porque el hombro del feto se atrancó y era necesario presionar el abdomen para que saliera».
fuente: abc.es