En 1990 murieron 307 menores de 14 años en accidentes de tráfico. En 2009, solo 60. Se ha reducido la cifra, como en el caso de los conductores, pero el 40 por ciento de los pequeños fallecidos no utilizaban asientos infantiles o sistemas de retención adecuados, según el estudio «Prioridades en España en la Seguridad de los Niños ocupantes de Vehículos», presentado ayer por la Fundación Mapfre, con el que se quiere llamar la atención sobre «el colectivo más vulnerable de la sociedad», según dijo la directora del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT, Anna Ferrer.
Según el informe, casi cuatro de cada diez menores falleció cerca de su domicilio, a menos de 50 kilómetros del mismo, un hecho que resulta muy relevante si se tiene en cuenta que una de las excusas más utilizadas por los padres para no usar sillas infantiles es, precisamente, coger el coche para distancias cortas.
Los datos recogidos por la Fundación Mapfre señalan que, entre 2005 y 2008, murieron 263 niños menores de 14 años. Las cuatro comunidades con peores cifras son Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha y Cataluña.